Venado Tuerto se ha convertido en una ciudad asociada al rugby. Este año, el plantel superior del Jockey Club, en su primera participación en el Litoral, logró el ascenso de categoría. El próximo año jugará con los equipos de Primera División.
El Jockey de Venado Tuerto ha logrado crecer casi el 100 por ciento en cantidad de jugadores fichados en menos de una década. En 2009 la institución tenía 113 jugadores en todas sus divisiones, y este año alcanzó 192 competitivos. Resta sumar la próxima temporada a la prereserva.
El predio del club, conocido como la Cheltonia, cuenta con tres canchas de infantiles y cuatro canchas reglamentarias para adultos y juveniles. Además, el área de rugby cuenta con un quincho para terceros tiempos, y dos dormies para recibir delegaciones de hasta 54 personas.
En las divisiones juveniles, el conjunto del sur provincial ha logrado en varias ocasiones posicionar entre los equipos finalistas (Final Four) a sus divisiones. Incluso en las cuatro categorías en simultáneo.
Litoral
Frente al desafío de participar en Segunda División del Litoral, el Jockey Club de Venado Tuerto contrató a un entrenador rosarino, Fernando Fantoni, quien supo impartir una visión de juego y un sentido de pertenencia para encarar esta nueva etapa. El trabajo vio su recompensa y no solo tuvieron su debut litoraleño, sino que lograron ascender a Primera División.
En las dos temporadas anteriores, el Jockey Club de Venado Tuerto había ganado el derecho de jugar un partido por el ascenso al Litoral, tras salir campeones dos años consecutivos en el Nivel III. En la primera edición cayó frente a Los Pampas (2017), y luego frente a Logaritmo (2018). Pero con la creación del tercer nivel del torneo regional, el Jockey hizo pie rápidamente en el certamen y se coronó campeón de la Segunda División al vencer a Cha Roga por 71 a 7.
El Ñandú dialogó con el exjugador de plantel superior y actual integrante de la Comisión de Competencias de la Unión, Ignacio Canavezzi, quien detalló los objetivos a mediano plazo. Al respecto dijo: “En infantiles se está haciendo un trabajo para agrandar la base de chicos. La idea es reducir los porcentajes de deserción y al mismo tiempo se van haciendo eventos para tratar de captar nuevos jugadores”. “El año que viene intentaremos una vez más que los colegios brinden clases de rugby para tratar de popularizarlo”, explicó.
Uno de los obstáculos que encontraba el club siempre era la retención de jugadores, muchos seguían sus estudios en Rosario o Buenos Aires lo que dificultaba la continuidad en el plantel superior, pero el Jockey implantó un Centro de Entrenamiento en Rosario con el fin de retener esos jugadores. Desde el club explicaron “trabajamos mucho el sentimiento de pertenencia, y gracias a eso hoy en día contamos con 30 jugadores que entrenan en la ciudad y juegan para el club del cual son hinchas”.
“Esto permitió que el nivel del plantel superior mejore, así como sus exigencias, y generó que hoy en día el jugador juvenil se sienta motivado para llegar a primera. Esperemos poder mantener esta división y comenzar a pensar en subir al top como próximo objetivo”, auguró Canavezzi
Con relación a la formación de los juveniles, Canavezzi sostuvo: “Buscamos que adquieran destrezas para que estos lleguen mejor a Primera. Es por ello por lo que se está haciendo hincapié en la capacitación de los entrenadores de juveniles, teniendo como referentes a Ignacio Meucci (CFR) y Maycon Boyle Otero para los forwards. Al mismo tiempo el año que viene tendremos un nuevo coordinador deportivo juvenil para buscar que todos hablen el mismo idioma”.
Además, la institución está colaborando con la Fundación Los Tigres, “no solo para dar a conocer el deporte en barrios más carenciados, sino para captar más jugadores, y por suerte se está teniendo una respuesta positiva”.
El Ñandú dialogó además con el actual entrenador del Plantel Superior, Fernando Fantoni, quien se expresó sobre el torneo y las expectativas a futuro.
¿Cómo fue el proceso?
Arrancamos el año con un grupo poco numeroso, y con la complicación de que un tercio de los chicos del plantel vive en Rosario por motivos de estudio. Para que esto no sea un problema planteamos realizar exactamente los mismos 3 entrenamientos tanto en Venado Tuerto como en Rosario. Aprovechamos mucho las fechas libres y los viernes cuando jugamos de local para juntar a todo el plantel y coordinar el funcionamiento colectivo.
Pensamos el año de menor a mayor sabiendo que el equipo debía tener su pico de rendimiento en el momento de la pelea por el ascenso. Con ese objetivo, lo dividimos en dos partes: en la primera, el Torneo de Segunda División, trabajamos muchos las destrezas básicas y la lectura de las situaciones de juego, mejorando la calidad e intensidad de los entrenamientos a lo que ellos venían habituados. La segunda parte, el Torneo de Reclasificación que permitía pelear por el ascenso, hicimos foco en la obtención y en ajustar los sistemas de ataque y defensa. La idea fue siempre que los dos equipos tuvieran vocación ofensiva, que los jugadores estuvieran predispuestos para atacar, con la actitud de mantener la pelota “viva”, aprovechando los espacios que generásemos o nos diera el rival. Creo que tuvimos éxito porque fuimos el equipo que más puntos y más tries marcó en ambos torneos, habiendo pateado sólo tres penales a palos en todo el año. El ascenso es un poco el resultado de esas ganas del plantel de ser protagonista en los partidos y tratar de imponer su juego sobre los rivales.
¿Qué te pareció el torneo?
El Torneo me pareció que estuvo bien porque le da chances a los equipos de Segunda División de disputar más partidos a un mayor nivel y que la pelea por el ascenso/descenso no se resuelva a un partido. Habría que preguntarles a los equipos que arrancaron el año en Primera División qué les pareció, pero creo que es un sistema bastante justo y que genera que todos los equipos estén peleando por algo hasta la última fecha.
El nivel de los equipos fue variado, muy distinto el de Segunda División a la Reclasificación. Los partidos con los equipos que venían de 1º División fueron muy parejos, en donde los equipos intentan prevalecer a través de su juego de forwards, por ahí no tienen tanto ritmo, pero son duros en el contacto físico.
¿Cuáles son las expectativas para el año próximo?
Te diría que son tres: trabajar para formar 3 equipos competitivos, seguir generando sentido de pertenencia y continuar mejorando el juego colectivo a partir de la mejora individual. Todo esto lo vamos a lograr si los chicos se entrenan cada vez más, ahora tienen que subir otro escalón que implica más esfuerzo, siempre sin perder de vista el objetivo principal que es que se diviertan adentro y afuera de la cancha que en definitiva es la base de este proyecto.
¿Qué objetivos tienen en el mediano/largo plazo?
Siempre son los mismos: divertirse, entrenarse, comprometerse con el club. Como les dije varias veces, el techo se lo ponen ellos, se tienen que proyectar a futuro y pensar qué están dispuestos a sacrificar para jugar el Top 10, el Torneo del Interior o un Nacional de Clubes. Les puede parecer lejano, pero tienen condiciones para hacerlo, cuando se la crean un poco más lo van a lograr, el club está desarrollando un proyecto que apunta a eso, si se entrenan como deben los llevará 3,4 o 5 años pero va a ser cuestión de tiempo para que lo logren. Es un plantel muy joven que tiene muchísimo por crecer.